Norse Atlantic, la aerolínea escandinava que cubre rutas de largo radio entre Europa y Estados Unidos, rompió sus conversaciones con un inversor que tenía interés en incorporarse a su capital, tras varias semanas de diálogo. El acuerdo no fue posible (Norse vuelve a perder cientos de millones también en 2023).
Norse perdió 169 millones de dólares en el año 2023, según la dirección debido a la baja ocupación en la temporada baja. Por esa razón ha estado buscando capital desde hace casi un año. En enero de este año había captado casi 70 millones de corona noruegas y en abril había conseguido que sus propios accionistas participaran en una ampliación de capital por un importe de 20 millones de dólares.
La aerolínea ha desarrollado diversas estrategias para conseguir más recursos porque los 169 millones de pérdidas del año pasado son una losa que se ha de sumar a los 175 millones de 2022, año en el que prácticamente puso en marcha su red de vuelos.
Aparentemente, el leasing de los aviones que opera, todos 787, todos procedentes de antecesora en las mismas rutas, Norwegian, es suficientemente económico para poder sobrevivir, incluso sin disponer de todas las unidades porque varias están aún hoy subarrendadas a Air Europa (Air Europa pierde dos de los cinco Boeing 787 alquilados a Norse).
La dirección mantiene el optimismo sobre el futuro de la compañía, pero otro ejercicio con pérdidas sería demoledor para la credibilidad de la gestión. Por supuesto, no hay datos sobre cómo están yendo las cosas.
