La belleza de los enclaves naturales de África es incomparable con cualquier otro lugar del planeta. Los áridos y monumentales desiertos o las imponentes y frondosas selvas hacen que la diversidad de paisajes que hay en el corazón del continente sea descomunal, lo que provoca que los turistas de España se queden perplejos una vez se adentran en estos enclaves tan sublimes. Aunque algunos de ellos son muy conocidos, hay otras muchas joyas ocultas que son igual de espectaculares.
Un claro ejemplo de esas maravillas eclipsadas son las Cataratas de Kalandula, las segundas más grandes de todo África solo por detrás de las célebres e imponentes Cataratas Victoria. Situadas en el norte de Angola, estos gigantescos saltos de agua son un verdadero espectáculo de la naturaleza que no muchos turistas conocen, pero quienes se acercan a ellas lo recuerdan para toda la vida.
Las desconocidas y majestuosas Cataratas de Kalandula

Las Cataratas de Kalandula se sitúan a muy poca distancia de la localidad que las da nombre, a unos 80 kilómetros de la ciudad de Malanje y a unas seis horas por carretera de Luanda, la capital de Angola. El agua del río Lucala se precipita al vacío a lo largo de más de 100 metros en estas monumentales cascadas que se extienden a lo largo de 400 metros en el corazón del país africano, todo ello rodeadas de un entorno repleto de vegetación que crea una estampa incluso más espectacular.
Al no ser conocidas, estas cataratas son un verdadero remanso de paz que en ocasiones está envuelto en niebla, lo que confiere a este enclave un aspecto místico. Además, cerca de Kalandula se encuentra el conjunto de formaciones rocosas Pedras Negras de Pungo Andongo, donde se dice que reside el espíritu de la reina Njinga, símbolo de la resistencia angoleña frente al colonialismo portugués. Y es que todo lo que rodea a estos saltos de agua tiene un encanto especial.
Esta joya de África no tiene apenas turistas que se acerquen a verla, por ello es perfecta para aquellos que quieran conocer en profundidad la esencia del continente sin tener masificaciones. La manera más fácil de conocer estas espectaculares cataratas es viajar hasta la ciudad de Malanje para después ir en coche hasta la localidad de Kalandula y conocer de primera mano una de las grandes maravillas africanas.
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