En la comarca de la Alcarria, rodeado por un embalse y por la Sierra de Altomira, se encuentra Buendía, un pueblo mágico perfecto para descubrir en una escapada de fin de semana. En un paseo por su casco urbano, que allá por el siglo XV estaba completamente abrigado por una muralla de la que hoy día quedan algunos restos, así como las cinco puertas de entrada, permite admirar su trazado medieval con la plaza mayor en el centro presidida por el ayuntamiento y por la iglesia, la de Nuestra Señora de La Asunción. Este templo de estilo gótico con dos fachadas herrerianas y planta de cruz latina que destaca por sus dimensiones (1.000 metros cuadrados) es su monumento más destacado. Otro de sus imprescindibles es el Museo del carro que ocupa el edificio del antiguo Pósito Pío, un espacio dedicado a ese medio de transporte que se utilizaba hasta hace no tanto.

Imagen de la escultura ‘De Muerte’ con el pantano de fondo
Pero, este destino destaca, sobre todo, por el entorno natural que lo rodea. En la península que se extiende hacia el norte de la población, a 3 o 4 kilómetros del pueblo en un paraje natural formado por pinares y rocas, arte y naturaleza se funden regalando un agradable paseo conocido como La ruta de las caras de Buendía, de acceso libre y gratuito. Allá por el año 92, el ceramista Jorge Maldonado y el reparador de fachadas Eulogio Reguerillo decidieron tallar esculturas en la piedra arenisca con picos, cortafríos y otras herramientas, un trabajo que han realizado desde entonces con gran esmero.
En el recorrido se puede encontrar hasta un total de 20 ejemplares que miden de uno a seis metros de altura, una muestra de un exquisito arte que se integra con gran armonía en este paraje. Las esculturas y relieves están inspirados en dioses de la India, budas, cruces templarias e incluso en el famoso músico Beethoven. Entre ellas destacan ‘la Virgen flor de Lis y de las Caras’, una pieza inspirada en el cuadro de Nuestra Señora de la Almudena y en la patrona del pueblo, ‘De Muerte’, la única que mira a la salida del sol como queriendo renacer, o ‘La dama del pantano‘, cuyo sereno rostro se torna dorado al atardecer.
Normalmente el recorrido es circular y tiene una longitud de 14,5 kilómetros a recorrer en unas 4 horas, pero, actualmente, debido a una crecida del pantano las últimas cuatro esculturas de la ruta no se pueden ver y, por tanto, el itinerario deja de ser circular. En este trayecto se puede acceder también al mirador conocido como Peña de la Virgen que muestra el pantano en toda su extensión.

Otra ruta por la zona es la PR-CU 47, itinerario que lleva a la Ermita de la Virgen de los Desamparados, del siglo XVI, ubicada entre las sierras de Enmedio y Santa Cruz. Las inmediaciones del templo, conocidas como ‘El sitio’ por ser el lugar donde se dice se apareció la Virgen, están acondicionadas con merenderos, fuente de agua potable, blancos e incluso cuartos de baño. La patrona de Buendía permanece aquí durante ocho meses, desde septiembre hasta mayo, y el resto del tiempo en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. El segundo fin de semana de mayo se lleva en romería hasta el pueblo en una gran fiesta que incluye fuegos artificiales.
Esta propuesta de ruta que lleva por lo más profundo del cañón que recorre el río Guadiela, justo antes de unir sus aguas a las del Tajo, parte desde la presa y discurre paralela al río. En el recorrido se puede admirar El Pontón, una pasarela construida sobre el apoyo de un antiguo puente que permite visitar la margen opuesta del río. El itinerario tiene 12 kilómetros (ida y vuelta) que se recorren en unas 3 horas y cuarto y es de dificultad baja.