Hotusa, la cadena comandada por Amancio López, empieza a ver la luz después de dos años terroríficos en los que sufrió como pocas cadenas para resistir las embestidas de la crisis del Covid (Hotusa: la cadena será rescatada por la SEPI con una inyección de 241 millones).
Lo logró gracias a los ERTE, los créditos ICO, la renegociación de alquileres y, sobre todo, el rescate estatal de 241 millones de euros que le otorgó la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), informa Economía Digital.
Su situación actual nada tiene que ver con la de 2020 y 2021, años en los que perdió 130 y 47,8 millones, respectivamente.
En 2022 volvió a beneficios, con un balance positivo de 55,7 millones, y en el primer semestre de 2023 ha conseguido los mejores resultados de su historia, con un Ebitda de 66 millones. Asimismo, ha amortizado parcialmente la ayuda estatal, habiendo devuelto ya 52 de los mencionados 241 millones que le entregó el Estado (Hotusa devuelve los primeros 52 millones de su rescate).
Pero no todos los indicadores son favorables. Hotusa deja atrás la crisis del Covid con una importante mochila de deuda. De los 766 millones que tenía al cierre de 2019 ha pasado a 987 millones. Y lo que es peor, tendrá que afrontar vencimientos de casi 290 millones en los próximos tres años.