Hace años ya que las aerolíneas tradicionales obligan a los viajeros a usar los vuelos de ida y vuelta cuando han comprado un billete en ambos sentidos. En el caso de que el viajero no haga el vuelo de ida, ‘castigan’ al pasajero con la anulación del de regreso, sin derecho alguno, pese a haber pagado los dos tramos (Las aerolíneas podrán cobrar por el equipaje de mano).
La interpretación interesada de las líneas aéreas es que un billete de ida y vuelta es un producto único y que no emplearlo en su totalidad les da el derecho a cancelar la parte no empleada.
Estas políticas han sido cuestionadas por algunos gobiernos europeos como un abuso sobre los consumidores. Sin embargo, en el paquete de medidas que el Consejo Europeo aprobó inicialmente el viernes pasado, se ha confirmado el derecho de las aerolíneas a cancelar los vuelos de retorno cuando el viajero no hubiera hecho el de ida.
Estas situaciones normalmente sólo se aplican a las aerolíneas ‘legacy’ o tradicionales, que históricamente premiaron los viajes de ida y vuelta. En las low cost, sin embargo, los precios de los billetes no varían si se compran sólo ida o ida y vuelta.
Por otro lado, ha habido varias medidas en favor del consumidor cuando haya retrasos de más de cuatro horas, nuevo límite para tener que indemnizar al viajero.
Esto es lo acordado: no se podrán invocar “circunstancias extraordinarias” a menos que se demuestre que se ha hecho lo posible para que no haya retrasos. Difícil de demostrar, pero la UE insiste en que es una mejora.
Una mejora menor es que los 250 euros de indemnización por el retraso pasan ahora a 300 euros.
Otra mejora es que las aerolíneas tienen que dar comida, bebida y alojamiento en los retrasos y que, si esto no se produce, los pasajeros pueden servirse y pasar los costes a la compañía, cuyo pago parece que ahora Europa quiere garantizar.