La mano de obra extranjera sale al rescate del turismo español, muy afectado desde el final de la pandemia por la fuga de empleados. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), la cifra de trabajadores foráneos se ha disparado en los tres últimos años, alcanzando en el cuarto trimestre de 2023 niveles históricos (Las agencias se sobreponen a la fuga de trabajadores).
De los cerca de 2,7 millones de ocupados en actividades turísticas contabilizados entre octubre y diciembre, 641.146 son de nacionalidad extranjera. Representan el 23,9% de los trabajadores y crecen un 12,3% en comparación con el mismo periodo de 2022. Dentro de este colectivo, los autónomos disminuyen (-5,9%) y los asalariados aumentan (16,3%) (Las grandes hoteleras siguen sufriendo la falta de personal cualificado).
Un año antes, en 2022, el número de ocupados extranjeros experimentó un incremento aún más intenso. Se llegó a los 570.995 ocupados, un 23,8% más que en los tres últimos meses de 2021. Representaron en aquel periodo el 21,8% del total de empleados en turismo (2,6 millones).
También en el tramo final de 2021 se produjo un crecimiento del número de ocupados internacionales. Escaló 8,6 puntos porcentuales, hasta 461.173, representando el 18,7% del total (2,4 millones).
En el cuarto trimestre de 2020, ejercicio en el cual el turismo se vio duramente golpeado por la pandemia, la cifra de extranjeros que trabajaron en turismo fue de 424.583, un 24,2% menos que en los mismos meses de 2019. En dicho ejercicio, por razones obvias, se frenó en seco la tendencia al alza que se venía registrando desde el año 2014.