Un vuelo de Ryanair entre Lanzarote y Dakhla, en el Sáhara Occidental, despegó recientemente con solo siete pasajeros a bordo. Así lo revela un vídeo grabado el pasado 28 de julio por un viajero del que se ha hecho eco El Independiente, en el que se observan “cuatro delante y otros dos detrás. Conmigo somos siete” (Ryanair acumula meses con vuelos semivacíos entre España y Marruecos).
Como ya avanzó Preferente, la ocupación de estos vuelos ha sido mínima desde su lanzamiento. En enero, la ruta desde Lanzarote apenas alcanzó el 13%, y en marzo descendió hasta el 9,05%, según cifras conocidas por el Observatorio Saharaui para los Recursos Naturales y la Protección Medioambiental (Ryanair, a la desesperada para llenar los aviones a Marruecos).
Por su parte, los vuelos desde Madrid han registrado mejores datos, entre un 40% y un 50%, según la fecha. No obstante, el citado medio asegura que buena parte de los asientos han sido ocupados por periodistas e influencers invitados en viajes promocionales.
A pesar de las críticas y la baja demanda, Ryanair mantiene activas estas rutas, que han sido señaladas por diversas organizaciones por su vinculación con el intento de Marruecos de legitimar la ocupación del Sáhara Occidental. El Observatorio Saharaui sostiene que estas operaciones “plantean serias cuestiones éticas, jurídicas y de reputación sobre la complicidad de Ryanair en la violación del derecho internacional y los derechos del pueblo saharaui”.
Y mientras tanto, la low cost irlandesa amenaza con seguir recortando asientos en aeropuertos regionales españoles que sí son rentables. A principios de año ya llevó a acabo un tijeretazo de 800.000 plazas para el verano, que podrían seguir creciendo si no se apacigua la guerra con Aena.