Con la Navidad cada vez más cerca, son muchas las ciudades europeas que se preparan para acoger los míticos mercadillos. En España, quizás uno de los más clásicos es el de la Plaza Mayor de Madrid, un lugar que recibe cada año a miles de personas que visitan sus más de 100 casetas con productos de esta época de todo tipo. Aunque no es el único que destaca en nuestro país, puesto que Málaga, Barcelona, Sevilla o Valencia también tienen los suyos propios.
Lejos de nuestras fronteras encontramos algunos muy llamativos. El mercado navideño de Poznan (Polonia), que se encuentra en pleno centro de la ciudad junto a la famosa estación de tren de Dworzec Zachodni, está considerado como uno de los mejores de este país. El de Birmingham, con más de 150 puestos, es de los más impresionantes de Europa. Y es en Austria donde encontramos los más espectaculares, con el Lago Wolfgangsee como gran protagonista.
Vivir la Navidad en Austria es algo mágico. En el país se pueden recorrer diferentes mercadillos navideños por sus principales ciudades: Viena, Salzburgo, Gratz o Insbruck. Sin embargo, fuera de las zonas más turísticas encontramos otros igual de atractivos.
Es en el distrito alpino de Salzkammergut, concretamente en la región de Salzburguerland donde está el Lago Woflgangsee, que está rodeado de tres pueblos preciosos: St.Gilgen, Strobl y St.Wolfgang. Estas tres localidades parecen convertirse en una en Navidad, puesto que el lago las conecta para disfrutar de la mejor decoración de calles y eventos especiales para esta época.

Para todos los que se animen a visitar este paraje cercano a Salzburgo deben saber que es gracias al recorrido a bordo de un ferry por el que se pueden visitar los mercados de estos tres pueblos. En todos ellos, se expone la mejor decoración que combina de forma perfecta con las montañas nevadas, anunciando una auténtica postal de Navidad.
Desde el 22 de noviembre se establece un servicio especial de ferris para que los visitantes puedan recorrer los tres mercadillos. La experiencia es mucho más especial si la visita se realiza de noche, puesto que el reflejo de la luna en el lago y de luces de Navidad le hace un lugar mucho más bello.
Uno de los emblemas es la estructura lumínica de 12 metros de altura que tiene forma de linterna que se suele poner frente a St. Wolfgang. Es una de las únicas iluminaciones extra que posee el lago, pero también uno de los símbolos de estos mercadillos. También es el punto de referencia de los ferris que salen desde Strobl.
En los mercadillos encontraremos diferentes puestos en los que pedir un vino caliente o una taza de ponche para entrar en calor. En Austria es típico que en las casetas se venda todo tipo de decoración, figuras, juguetes de madera o prendas con motivos navideños. También hay comida típica: sopas, salchichas o gulash, pero también pasteles típicos de esta comarca.
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