La comisión del Congreso de Estados Unidos que el pasado miércoles estaba escuchando a Chris Rocheleau, el director interino de la FAA americana, la máxima autoridad en Aviación Civil, se dividió en dos: unos mostraban cara de sorpresa y estupor, pero otros no entendían nada (Trump anuncia que también va a cambiar el control aéreo).
Chris Rocheleau explicaba a la Comisión que los ordenadores con los que se controla el tráfico aéreo en Estados Unidos aún operan con disquetes y con Windows 95, un sistema que hoy no emplea nadie y menos con una función delicada. La mitad de los congresistas, los más mayores, mostraban estupor porque sabían qué era un disquete y recordaban aún Windows 95, pero la otra mitad no entendía nada: ¿estaba criticando a la FAA por emplear una tecnología antigua o era algo tan sofisticado que no lo conocían aún?
“La idea –aclaró Rocheleau—es no usar más disquetes, cintas de papel o Windows 95. Este es el proyecto de infraestructura más importante que tiene este país en décadas”, añadió.
Los datos indican que la primera potencia mundial emplea en su control aéreo una tecnología anticuada. Algunos controladores aún emplean cintas de papel (tipo pósit) para seguir los aviones y transfieren datos de un sistema a otro con disquetes.
No todo Iban a ser inconvenientes: una tecnología tan obsoleta pudo evitar ser alterada en 2024 cuando CrowdStrike provocó incontables ordenadores modernos, calificativo que no se aplica en el caso del control aéreo americano.