Cerca de medio millar de aviones del modelo 787 Dreamliner de Boeing tendrán que pasar por revisión tras el último aviso del fabricante americano. Este ha emitido un boletín instando a las aerolíneas a realizar inspecciones en 468 aparatos durante los próximos dos años, es decir, el 40% de todos los que se encuentran en servicio (Estados Unidos halla un grave riesgo de explosión en los B777).
Según informa Transponder1200, esta alerta responde a la detección de posibles deficiencias en las vigas que conectan el suelo del avión con el fuselaje. La compañía ha informado que el fabricante italiano Leonardo no cumplió con las especificaciones requeridas durante la elaboración, que eran que estuviesen formadas por una aleación de titanio de grado 5.
“Boeing está trabajando en una inspección de corrientes de Foucault como un método secundario para identificar los materiales del compuesto de titanio y lo compartió activamente con los operadores, lo incluirá en un siguiente boletín. Este segundo método de inspección es crítico ya que tiene mayor disponibilidad en la industria”.
Las aerolíneas disponen de 48 meses para realizar las revisiones pertinentes, tal y como ha confirmado la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA). Se deberán realizar mediante un espectrómetro de rayos X fluorescentes, que sirve para comprobar si el material cumple con las especificaciones, y reemplazarlo si fuera necesario.
No obstante, las compañías tienen la posibilidad de evitar este proceso y modificarlo directamente. La FAA estima que el reemplazo de estas piezas llevaría unas 530 horas de trabajo por cada uno de los aviones.