Querella contra Armengol por su bulo en el Senado


Hazte Oír, la asociación que ha judicializado gran parte de la presunta corrupción socialista, se ha querellado este sábado por la mañana contra la presidenta del Congreso de los diputados, Francina Armengol, por haber mentido en sede parlamentaria respecto a su relación con Víctor de Aldama.

Este viernes, el entorno de Armengol, admitió haber mantenido un encuentro en su despacho del Consolat de Mar, sede de la presidenta de Baleares, con el empresario y comisionista, en una reunión a la que Aldama acudió como acompañante de Juan José Hidalgo, presidente de Air Europa y de Globalia, y de María José Hidalgo.

El Partido Socialista de las Islas Baleares se vio obligado a reconocer esta coincidiencia, este viernes, después de que Víctor de Aldama hubiera declarado en el programa ‘Horizonte’ (Cuatro) que había estado reunido con Armengol en su despacho, cuando esta era presidenta de Baleares.

Hace un año, en el marco de la comisión de investigación del ‘caso Koldo’ en el Senado, Francina Armengol difundió el bulo de que no le conocía. Ante las insistentes preguntas de un senador del PP, que le reiteró en distintas ocasiones si conocía a Aldama, si había hablado alguna vez con él o si se lo habían presentado en alguna ocasión, ella negó en varias ocasiones todo eso.

Esa negativa a conocerle en la Cámara Alta, en la que se reiteran desde su entorno aún a día de hoy, y la admisión este viernes del encuentro en su despacho, pueden ser constitutivos de un delito castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de doce a veinticuatro meses.

La querella contra la actual presidenta del Congreso se presenta en virtud de la comisión de un presunto delito de falso testimonio ante comisión parlamentaria de investigación, que se recoge en el artículo 502.3 del Código Penal. Ya durante la pandemia la entonces presidenta balear mintió sobre su presencia en el Hat Bar en horario de confinamiento, mientras desaparecía la denuncia que lo acreditaba

La revelación se produce después de un tiempo en el que algunos políticos, en especial los señalados por mantener relaciones con una trama investigada por corrupción, haya atribuido constantemente a estas informaciones como “bulos”, “fango”, o “lawfare”.

 



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