Castilla y León es escenario de maravillosos pueblos medievales que han tenido un papel importante en la historia del país. A 33 kilómetros de la capital provincial, en Zamora, aparece la villa del Toro, una localidad asentada sobre un meandro del caudaloso río Duero.
Aunque es reconocida mundialmente por la calidad de sus vinos y sus múltiples bodegas que están tanto a la vista como debajo de sus suelos, el territorio está repleto de iglesias mudéjares, palacios medievales y una de las plazas de toros más antiguas de España que vale la pena visitar alguna vez en la vida.
Una villa levantada sobre bodegas de vino
La villa fue de vital importancia en la historia del país al ser escenario de la batalla de Toro el 1 de marzo de 1476 entre los Reyes Católicos y Alfonso V de Portugal, lucha que fue decisiva en la sucesión al trono de Castilla y posterior configuración de España. Entre calles de ladrillos y casas entramadas es una localidad perfecta para contemplar el legado románico.
Las construcciones de su casco histórico tienen una particularidad: se dice que en algunas de ellas se utilizó vino en la argamasa en lugar de agua. No sonaría extraño ya que en el municipio se han documentado aproximadamente 300 bodegas.
Qué ver en Toro
La villa está llena de monumentos medievales, por lo que puedes hacer un gran paseo por la historia. La mayor parte de los puntos de interés se encuentran muy cerca unos de otros, dentro de las primitivas murallas que lo caracterizan.
La colegiata es el monumento más notorio del conjunto histórico. Un templo construido entre los siglos XII y XIII con un estilo gótico inspirado en las catedrales de Zamora y Salamanca. En su interior se pueden apreciar tanto elementos románicos como góticos propios de la época en la que se construyó. No debes olvidar visitar las obras de arte de la sacristía y la torre del campanario que ofrece unas insuperables vistas de la ciudad.
A solo unos pasos de la Colegiata se encuentra el Ayuntamiento que preside la Plaza Mayor. Es una zona que tiene mucha actividad durante todo el año ya que está rodeada de restaurantes, cafeterías y todo tipo de tiendas. Su prolongación constituye la Puerta del Mercado, en la que todavía pueden verse algunos edificios de su arquitectura popular con entramado de madera en el exterior.
El Puente Mayor es una infraestructura de piedra con casi 300 metros de ancho que atraviesa el río Duero. La construcción actual data de la época medieval del siglo XII. Posee 24 arcos que permiten admirar la grandeza de uno de los cuerpos de agua más caudalosos de la península.
Iglesias mudéjares
La infraestructura mudéjar que más resalta en el pueblo es la iglesia de San Lorenzo el Real, considerada una de las más hermosas de Toro. Lo que más destaca es su cabecera semicircular cubierta de arcos ciegos. También vale la pena visitar otras obras de este estilo como las iglesias del Santo Sepulcro y San Salvador de los Caballero que exponen piezas interesantes del arte sacro.
