El Gobierno polaco ha destinado 10.500 millones de euros para llevar a cabo la fase uno de un mega aeropuerto cuya conclusión tendrá lugar en 2032. El nuevo complejo tendrá una capacidad para 34 millones de pasajeros anuales e integrará las redes de trenes del país con la terminal. La promoción será pública y la lanza Centralny Port Komunikacyjny y Polish Airports, dos empresas básicamente estatales. La primera tendrá la mayoría.
Hoy Polonia dispone de una red de aeropuertos bastante nutrida, con el de Varsovia Chopin como el más importante, pero de escaso relieve internacional. Además, cuenta con aeropuertos en casi todas las ciudades relevantes. En la propia Varsovia, al norte, está el de Modlin, que es el low cost de la capital, obviamente empleado masivamente por Ryanair.
El sur dispone de una amplia red: Wroclaw (Breslavia), Katowice, Cracovia y Rzeszow, de oeste hasta casi la frontera con Ucrania.
Pero Polonia tiene la ambición de crear un hub en el país que permita repetir la experiencia modesta de Finnair en su momento, la de Lufthansa en Frankfurt o, más ambiciosa, la de Turkish Airlines en Estambul.
El nuevo aeropuerto estaría situado en el centro del país, en las inmediaciones de Lodz, que permite un acceso relativamente fácil para el sur muy poblado y también para la capital.
