Las redes sociales hacen transparentes los sentimientos de la gente. También de los empleados de Emirates, que vivieron la peor semana de su vida laboral, tras las tremendas lluvias de la semana pasada. En Fly Guy’s Cabin Crew Lounge, una página de Facebook donde los trabajadores de la compañía cuentan sus vivencias, ha surgido el malestar acumulado (Emirates pide disculpas por un caos con 200 mil afectados).
El problema central fue que Emirates decidió mantener la operativa sin cambios pese a la inundación del aeropuerto y de la ciudad en general. Otras aerolíneas, incluso la propia filial de Emirates, FlyDubai, suspendieron sus operaciones, pero Emirates no.
Al mantener todo como si no estuviera lloviendo, los servicios empezaron a deteriorarse porque los empleados no podían movilizarse por la ciudad dadas las inundaciones. Algunos trabajadores estuvieron en sus puestos 24 horas sin descanso.
El ánimo de la plantilla se hundió ante la impotencia. La compañía inicialmente amenazaba a los trabajadores para que mantuvieran el tipo. No fue hasta el viernes cuando la dirección empezó a aceptar que aquello desbordaba las capacidades de la compañía.
La narración explica el drama que vivieron los trabajadores el martes y miércoles, al pie del cañón, con miles de clientes delante, y sin otra alternativa más que decirles que su vuelo partiría, cosa que evidentemente no iba a suceder.
La foto publicada en la página de Facebook es suficientemente ilustrativa.