La primera aerolínea del mundo afectada por la paralización de los aviones B737 Max 9 es United, que dispone de 78 unidades y que sólo este sábado se vio obligada a suspender 60 vuelos por este motivo. Sin embargo, United llevó a cabo una inspección a parte de sus aviones con sorprendente velocidad, lo que le ha permitido recuperar la operatividad rápidamente, al menos en parte de su flota (Boeing se juega la vida).
En Europa, Icelandair tiene cuatro aeronaves de este modelo y Turkish, la otra gran aerolínea de la región, dispone de nueve que ya este domingo estaban en proceso de revisión para tranquilizar a los viajeros (EEUU paraliza el Boeing 737Max 9 por peligroso).
Copa, de Panamá, que presta servicios sólo con aviones Boeing entre el norte y el sur de América, usando su aeropuerto como un enorme hub, dispone de 29 aparatos de este tipo, siendo la primera compañía no americana afectada. En América Latina aún queda el caso de Aeroméxico, que tiene 19 aviones de este modelo.
La Agencia Europea de Seguridad Aérea, EASA, por su parte, adoptó la Directiva de Aeronavegabilidad de Emergencia (EAD) emitida por la Administración Federal de Aviación (FAA), pero su incidencia en Europa será nula porque esa directiva sólo se aplica a una determinada configuración de los aviones, que no existe en el continente.
Ninguna compañía aérea europea opera actualmente un avión con una salida en el medio de la cabina, reemplazable por un panel enchufable. Esta configuración suele ser adoptada por aerolíneas que realizan operaciones de menor densidad (con menor capacidad de pasajeros) donde no se requiere esta salida adicional para cumplir con los requisitos de seguridad de evacuación. Los aviones 737-9 que operan en Europa no tienen esta configuración y, por tanto, no están puestos en tierra por la directiva y pueden seguir operando con normalidad.